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Miembro maestro
Descubren un gen que nos podría permitir vivir el doble y rebosantes de salud
Lombriz intestinal:Caenorhabditis elegans
- Científicos estadounidenses han identificado los genes y los sistemas capaces de duplicar la longevidad de las lombrices.
- Son muy similiares a los de las personas.
- Podría dar claves para prolongar la juventud y la vida de los humanos.
Aunque la vida eterna no existe más que en el cine o en los libros, la posibilidad de alargar nuestra existencia más allá de los limites imaginables está más cerca que nunca de ser real. Así lo demuestran los resultados de un estudio llevado a cabo por científicos estadounidenses, que han identificado los genes y los sistemas capaces de duplicar la longevidad de las lombrices, específicamente la lombriz intestinal C. elegans.
Según el estudio, publicado en la revista Nature, dichos genes y sistemas son muy similares a los de las personas y, por consiguiente, podrían ofrecer claves para prolongar la juventud y longevidad humanas.
A través del análisis del ADN, los científicos descubrieron que una mutación que aumenta la longevidad, constituida por un cambio en un gen conocido como daf-2, influye en genes antimicrobiales y metabólicos, a través de los cuales controlan la reacción a la presión celular y frenan la actividad de los que reducen esa longevidad.
Según Cynthia Kenyon, profesora de bioquímica molecular en la Universidad de California, San Francisco, y autora principal del estudio, "lo hermoso del gen daf-2 es que puede reunir a todos los genes que influyen en la longevidad e integrarlos en una especie de circuito regulatorio. Esto permite producir efectos enormes en la extensión de la vida", afirmó.
Hormonas similares a las de los humanos
El grupo de investigadores encabezado por Kenyon, además de descubrir que el gen daf-2 genera hormonas similares a las del ser humano y duplica la longevidad de las lombrices, ha confirmado que esa misma función también se expresa en la mosca de la fruta y los ratones. Por tanto, también podría modificar la vida de los seres humanos, dijeron los científicos.
Pero no se trata sólo de vivir mucho, sino de además, hacerlo en buenas condiciones, y también en este aspecto el estudio ha arrojado resultados muy reveladores. Por ejemplo, los referentes a la alimentación. La investigación demuestra que muchos de los genes que afectan la longevidad están vinculados a proteínas antioxidantes y a otras que ayudan a reparar proteínas dañadas, así como a las encargadas de mantener a raya las infecciones bacterianas.
Según Kenyon, esto es especialmente importante porque muchas enfermedades que se acumulan con el envejecimiento tienen que ver con la oxidación o la disfunción proteínica. El estudio demuestra que sin la activación de estos genes las lombrices morirían más pronto. En los seres humanos ocurriría lo mismo, pues las infecciones plantean un grave problema de salud para los ancianos, indicó el estudio.
"Lo maravilloso de este nuevo estudio es que proporciona una explicación no sólo de la extraordinaria longevidad de estos animales (las lombrices) sino también sobre su capacidad de mantenerse saludables durante mucho tiempo", dijo Kenyon. "Las consecuencias son asombrosas y si podemos concebir una forma de copiar estos efectos en los seres humanos, podremos disfrutar de vidas muy largas y muy saludables", agregó.